Si alguna vez has comprado un vehículo nuevo, es probable que hayas escuchado que perderá hasta el 30% de su valor tan pronto como lo saques del lote. Si bien la caída inmediata en el valor de tu automóvil puede no ser tan drástica, el valor de un vehículo disminuye a medida que pasa el tiempo. Esto se conoce como depreciación.
¿Qué significa depreciación en el seguro de automóvil?
Cuando hablamos de la depreciación de un artículo, estamos viendo cuánto ha disminuido el valor del artículo con el tiempo, generalmente debido al desgaste diario. En el contexto del seguro de automóvil, tu nuevo automóvil se depreciará o disminuirá de valor con el tiempo por una variedad de razones, como cuántos kilómetros has conducido y qué tan bien lo has mantenido.
La depreciación afecta cuánto se te reembolsará cuando hagas una reclamación de seguro de automóvil. Dado que el seguro está diseñado para volver a colocarlo en la misma posición en la que estaba justo antes de una pérdida, es probable que tu aseguradora use uno de dos cálculos para determinar la cantidad que se te reembolsará por tu vehículo perdido o dañado:
- Valor real en efectivo: la cantidad que se te pagará es igual a la cantidad que vale el vehículo hoy. Si bien este cálculo puede considerar el precio original que pagaste por tu vehículo, también considera la depreciación y la condición física en la que se encontraba tu vehículo el día de la pérdida.
- Costo de reemplazo: la cantidad que se te pagará es igual a la cantidad que necesitarías para reemplazar tu vehículo por un vehículo nuevo similar, ni más ni menos. Es importante tener en cuenta que este cálculo sólo se utiliza si has comprado un endoso de exención de depreciación.
¿Cómo se calcula la depreciación en el seguro de automóvil?
Para calcular el valor real en efectivo de un vehículo (o la cantidad de dinero que vale un vehículo después de la depreciación), la mayoría de las aseguradoras investigarán vehículos comparables en el mercado y considerarán varios factores, que incluyen:
- Edad. Todos los años llegan al mercado nuevos modelos con características y tecnologías actualizadas, lo que hace que los vehículos más antiguos pierdan valor a medida que pasa el tiempo.
- Kilómetros. Cuantos más kilómetros conduzcas, menos valdrá tu automóvil gracias al estrés adicional en el motor, los frenos y otras partes críticas de tu automóvil.
- Marca y modelo. Ciertos fabricantes de automóviles tienen mejor reputación que otros, y si la marca y el modelo de tu automóvil a menudo se retiran del mercado o es conocido por descomponerse, no mantendrá su valor en comparación con otras marcas confiables.
- Economía de combustible. Los automóviles conocidos como «devoradores de gasolina» a menudo no obtienen buenos resultados en el mercado de reventa, ya que es menos probable que los compradores compren vehículos costosos de combustible. Como resultado, estos vehículos pueden depreciarse más rápidamente.
- Con el uso regular, tu vehículo adquirirá abolladuras, rayones y otros daños, todo lo cual restará valor a tu vehículo.
¿Cómo puedo protegerme contra la depreciación?
Muchas aseguradoras permitirán a los clientes comprar una exención de depreciación cuando aseguren un vehículo nuevo. Si tenés una exención de depreciación en tu póliza, generalmente estarás cubierto por el precio de compra total de tu vehículo, el precio minorista sugerido por el fabricante o el costo del mismo vehículo si tu vehículo es robado o dañado sin posibilidad de reparación.
Comprar una exención de depreciación probablemente dará lugar a un ligero aumento en tu prima, pero es importante saber que sin una exención de depreciación, solo recibirás el valor depreciado de tu vehículo en caso de una pérdida total, y eso podría no ser suficiente para comprar otro vehículo nuevo.
Si estás buscando un seguro para un vehículo nuevo, aseguráte de preguntar a nuestros asesores de seguros de automóvil si calificás para una exención de depreciación.
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