Ya sea que utilices un solo vehículo o una flota completa para tu negocio, mantener el vehículo funcionando sin problemas es fundamental para lograr tus objetivos comerciales. Además, si los empleados usan estos vehículos, agregará otra capa de complejidad. Esto es lo que necesitas saber sobre cómo mantener tu vehículo comercial en buen estado y cómo garantizar la seguridad de los empleados durante su uso.
Expectativas claras. Si tu empresa es pequeña o tu cultura laboral no es fija, puede ser normal entregar los vehículos de la empresa sin mucha fanfarria. Pero esta no es una buena idea. Aseguráte de que se revise el historial de conducción de todas las personas que utilicen vehículos de la empresa, se les brinden expectativas claras y se les capacite sobre cómo usar los vehículos de la empresa, y que comprendan claramente las consecuencias de la violación de estas regulaciones.
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Mantené la formación actualizada. Ya sea que tus empleados utilicen un vehículo exclusivo o simplemente conduzcan con regularidad en situaciones difíciles, mantener hábitos de conducción seguros actualizados siempre vale la pena. Exigir a tus empleados que tomen un curso de seguridad o un programa de capacitación los hará más seguros en la carretera en cualquier situación, lo que también puede aumentar las tarifas de tu seguro de automóvil.
Programá un mantenimiento regular. Con un vehículo privado, es fácil tener una razón para esperar hasta que se encienda la luz roja o, peor aún, esperar hasta que tu automóvil se descomponga antes de entregarlo al mecánico. Pero para los vehículos comerciales, se debe mantener el mantenimiento preventivo. Seguí las recomendaciones del fabricante del automóvil para realizar un mantenimiento periódico del automóvil e inspeccionarlo al menos una vez al año.
Llevá un diario de viajes. Mantener buenos registros te ayudará a prevenir fallas importantes y problemas potenciales con los conductores empleados. Aseguráte de saber quién conduce cada automóvil y cuándo, y tené un sistema apropiado para que los empleados registren cualquier cambio o problema que noten antes, durante o después de cada viaje.
Mantenelo limpio. Ya sea que tu nombre esté pintado en el exterior o no, la apariencia de las herramientas comerciales dejará a los clientes y empleados una buena o mala impresión. Aseguráte de que tus herramientas comerciales se mantengan limpias y se vean lo mejor posible para demostrar que sos un profesional, los detalles son importantes para los buenos negocios.
Guardá el recibo. ¿Sabías que podés deducir el costo de reparación de un vehículo comercial? Aseguráte de guardar el recibo para que puedas obtener el mayor beneficio cuando se acerque el momento de la declaración de impuestos.
Mantenimiento esperado. Las averías de vehículos a menudo ocurren en el peor de los casos, cuando estamos menos preparados para lidiar con ellas. Ahora que lo sabes de antemano, no hay necesidad de esperar a estar 100% seguro cuando se necesita una revisión. Ahorrá un poco y destiná ese dinero todos los meses a la reparación, de modo que cuando el automóvil se averíe, puedas usar el dinero en efectivo para repararlo y volver al trabajo.
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