Los reclamos de seguros de astilleros y yates realizados en los últimos años después de tormentas masivas demuestran que hay pasos importantes que se deben tomar para asegurar tu embarcación.
Si bien la naturaleza todavía es algo impredecible, podemos aprender de los éxitos de otros cómo aumentar las probabilidades de capear la tormenta con un daño mínimo.
Dirigíte a terreno elevado.
Las estadísticas muestran que los barcos que se mantienen en el agua durante un huracán o una tormenta importante no se comportan tan bien como los que se llevan a tierra, y están fuera del alcance de cualquier posible marejada. Muchas reclamaciones de seguros de botes se presentan después de que los botes que se dejan en los elevadores o montacargas se dañan durante condiciones climáticas severas. Es más seguro llevar tu embarcación a un terreno elevado; incluso hay instalaciones en dique seco diseñadas para resistir vientos huracanados de hasta 220 Km. por hora.
Asegurá los barcos llevados a tierra.
El hecho de que hayas sacado tu yate o bote fuera del agua no significa que esté a salvo de los fuertes vientos. Incluso los barcos en tierra pueden volcarse, por lo que es importante asegurarse de que estén debidamente anclados a algo seguro. Atálos con correas fuertes que no tengan un estiramiento significativo.
Reducir el viento.
Ya sea que tu barco esté en tierra o tu bote en el agua, reducir el viento es una medida preventiva muy importante. Sacá todo lo que pueda atrapar el viento y aumentá las probabilidades de que tu barco sobreviva a la tormenta.
Elegí los puertos deportivos con cuidado.
Si llevar tu barco o yate a tierra simplemente no es una opción, elegí tu puerto deportivo con cuidado, que esté bien protegido es siempre preferible porque cualquier puerto deportivo vulnerable a las marejadas ofrece poca protección para los barcos, sin importar qué tan bien estén asegurados. El análisis de seguros de astilleros muestra que muchas embarcaciones atraviesan huracanes con daños mínimos cuando se mantienen en muelles flotantes con pilotes altos. Esto se debe probablemente a que los muelles flotantes permiten que los barcos suban y bajen con el oleaje, mientras que los muelles fijos o los muelles flotantes con pilotes cortos estiran y tensionan las líneas. Es aconsejable agregar líneas adicionales si el pronóstico del tiempo es particularmente terrible.
Inspeccioná las líneas del muelle.
La realidad es que los viejos muelles y amarres se deterioran después de meses y meses de exposición a la sal, la suciedad, los rayos ultravioleta y el desgaste general. Sé proactivo e invertí en líneas nuevas y fuertes que puedan resistir mejor las rozaduras y los fuertes vientos durante un huracán o una tormenta severa.
Hagas lo que hagas, ¡no esperes!
Ten un plan para huracanes y estate preparado para actuar. Es mucho más fácil ejecutar un plan existente durante una situación de emergencia que elaborar un plan de última hora.
¿Cuándo fue la última vez que revisaste la cobertura del seguro de tu embarcación? Ahora es el momento de asegurarte de tener la cobertura adecuada para tu inversión marina en caso de una tormenta u otro desastre natural. Ten en cuenta que cuando se anuncia una tormenta, muchas compañías de seguros implementan prohibiciones temporales, por lo que los cambios de última hora en tu póliza no son una opción.
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