Si sos de las personas que cuidan las cosas que tienes, obviamente éstas van a durar muchísimo más tiempo. Por ello, es sumamente importante que prestes la debida atención al funcionamiento de ciertos componentes de tu vehículo para así evitar algunos malos hábitos que van a afectar su correcto funcionamiento.
Es cierto que muchas veces estos malos hábitos parezcan ser inofensivos, pero la verdad es que a la larga van a incidir negativamente y por completo en los sistemas internos de tu auto, convirtiéndose en un grave problema que va a poner en riesgo tu seguridad y la de las personas que viajen con vos.
A continuación, vamos a contarte cuáles son estos malos hábitos que reducen la vida útil de tu vehículo para que estés al tanto de cómo poder corregirlos y puedas preservar al máximo su vida.
- Pasar por alto las luces de advertencia
El siguiente es un mal hábito que tenes que erradicar sí o sí, ya que que cuando una luz se prende en el tablero de tu vehículo es porque existe un problema y que puedas solucionarlo de forma inmediata es una prioridad para evitar que se agrave el problema.
Si existe la posibilidad de que no sepas el cuál es el significado de la luz que se ha prendido, vas a poder recurrir al manual del propietario o también podes llamar inmediatamente a un mecánico que sea de tu confianza.
- Conducir de manera ruda
Conducir de una manera en que estés dando acelerones de momento en momento va a afectar a tu vehículo, ya que esta acción va a recaer completamente sobre el motor, y esto va a hacer que se recaliente de manera excesiva.
Esto deberías intentar evitar para que no se produzcan posibles fugas, ni tampoco se deteriore la transmisión, el sistema de frenos y las llantas.
- Arrancar el auto sin precalentarlo
En muchas ocasiones, cuando estamos muy apurados, queremos arrancar lo más rápido posible el auto.
Esto, definitivamente, no es una buena idea, ya que que el aceite y los demás componentes del vehículo aún no tienen la temperatura ideal para el arranque y esto va a provocar un desgaste prematuro del motor.
Te aconsejamos que una vez que hayas encendido el vehículo esperes unos cuantos segundos para darle al aceite tiempo a que llegue al circuito que corresponde. Una vez hecho esto, sí podés acelerar de forma progresiva y arrancar el vehículo.
- Cambiar la dirección del vehículo cuando se encuentra estático
Cuando el vehículo se encuentra estacionado, tenés que evitar cambiar la dirección de las llantas, porque al hacer esto se pueden deformar las gomas, así como también desgastar el engranaje de la dirección y producir un desequilibrio en las suspensiones.
- No utilices los frenos de manera excesiva
Cuando pisas muchas veces el pedal del freno, tené en cuenta que podés acelerar el proceso de desgaste de las pastillas y los discos, o también deformar los discos y por lo tanto provocar alguna falla en el sistema que haga que éste sea muchísimo menos resistente y eficiente.
Es por este motivo, que te aconsejamos que cuando desciendas por una pendiente uses el freno de motor y no hagas uso del sistema de frenos.
- Conducir con poco combustible
Si bien es verdad que un vehículo puede viajar con una cantidad menor a 5 litros de combustible en el tanque, lo ideal sería que el tanque se mantenga lo suficientemente lleno como para evitar que la bomba pierda la lubricación necesaria y se sobrecaliente.
- Olvidarse del mantenimiento y revisión del auto
El constante chequeo de tu vehículo es de suma importancia para eliminar cualquier tipo de falla que pueda tener tu automóvil, así como también asegurar un buen funcionamiento del mismo. Tené en cuenta que una falla puede agravarse y suponer la adquisición de un motor nuevo, un nuevo sistema de frenos o de transmisión.
A su vez, es de extrema importancia hacer un mantenimiento regular para realizar los respectivos cambios de filtros y aceite, así como también una revisión general del estado de la suspensión y de los frenos.